Sin resultados de ninguna especie, por falta de una reacción rápida, fiscales del Ministerio Público (MP) realizaron una inspección en el llamado “búnker” de Allan Rodríguez, ubicado en el área de la Presidencia del Congreso de la República.
Al final, simplemente todo pareció un show; claro, una función de circo montado seguramente para distraer la atención de la población, mientras, a saber qué se cocinaba o qué se coció en ese cuartito bellamente decorado y con mucha seguridad.
Como siempre, los investigadores del MP no llegaron de inmediato, sino hasta que todo pasó, y solamente hicieron lo que pudieron o lo que les dejaron hacer; a documentar, donde ya no había evidencia alguna, falta de profesionalismo o cumplir con la orden de que se hiciera constar que allí no pasó nada.
Los fiscales del MP solo constataron, al inspeccionar, que el espacio fue construido por órdenes del expresidente del Organismo Legislativo, Allan Rodríguez, quien lo denominó también como búnker, porque, según algunos empleados del Congreso, al lugar solamente tenían acceso determinadas personas.
De la existencia de este recinto secreto se supo, por la denuncia que hizo el diputado Samuel Pérez, quien señaló a su compañero por supuestamente haber dañado el patrimonio de la nación. Dicha instalación se encuentra en la oficina de la Presidencia del Congreso, según dijeron tanto Pérez como Rodríguez.
Personal de la Fiscalía contra el Lavado de Dinero u Otros Activos del MP se presentó al Legislativo junto con técnicos en investigaciones criminalísticas y perros, agentes K-9, para efectuar una inspección ocular, pero llegaron cuando ya no había nada ahí.
Durante la diligencia se documentaron las oficinas correspondientes a la Presidencia del Congreso, y se levantó el acta correspondiente, la cual será incorporada a la investigación en desarrollo, explicó el órgano encargado de la persecución penal. En el procedimiento también participó personal del Instituto de Antropología e Historia (Idaeh).
Investigadores y miembros del Idaeh efectuaron acciones como medir la entrada al búnker, así como las dimensiones de los muros de la Presidencia del Congreso, en donde se encuentra el acceso a dicho espacio.
La fiscalía informó que la medida se produce como resultado de una investigación que comenzó de oficio el MP, con relación a una denuncia en redes sociales, en las cuales también se denunció que guardias de seguridad del Congreso de la República no dejaron ingresar al recinto a los primeros investigadores que llegaron al lugar.
La inspección se desarrolló, después de una discusión entre los diputados Samuel Pérez –quien alegó que se trata de un supuesto "búnker" utilizado para guardar "recursos" sin registro– y Shirley Rivera y Allan Rodríguez, expresidentes del Congreso y quienes ocuparon el despacho en gestiones anteriores, quienes sostienen que es un lugar dedicado al culto religioso, “reflexión y oración”. Juzgue el lector.
