El
príncipe Harry ha devuelto los 2,4 millones de libras (2,7 millones de euros)
de dinero público que costó reformar de su residencia de Frogmore Cottage, en
las inmediaciones del castillo de Windsor (oeste de Londres), según informó
este lunes un portavoz del duque de Sussex.
Harry
y su esposa, Meghan, remodelaron el edificio histórico, construido en el siglo
XIX, para convertirlo en su residencia a principios de 2019, un año antes de
que anunciaran su renuncia a sus obligaciones reales y a la financiación
pública.
Las
obras se sufragaron a través de la partida que el Gobierno destina a la familia
real británica, el mismo fondo al que el príncipe ha hecho ahora un reembolso.
El
anuncio ha llegado pocos días después de que los duques firmaran un acuerdo de
varios años con la plataforma Netflix para crear documentales, películas y
series a través de su propia compañía de producción.
El
matrimonio acordó sufragar de su propio bolsillo la reforma como parte del
acuerdo al que llegaron con el palacio de Buckingham cuando cerraron su etapa
como representantes de la realiza británica.
"Esta
contribución, tal como había ofrecido originalmente el príncipe Harry, ha
cubierto por completo las renovaciones de Frogmore Cottage, una propiedad de Su
Majestad la Reina (Isabel II), que continuará siendo la residencia británica
del duque y su familia", trasladó a los medios un portavoz de Enrique.
El
pasado enero, ocho meses después del nacimiento de su hijo, Archie, los duques
de Sussex informaron de que tenían intención de abandonar sus obligaciones como
miembros de la monarquía y se proponían "trabajar para ser financieramente
independientes".
Tras
pasar una temporada en Canadá, la pareja vive desde la primavera en California
(Estados Unidos), donde han adquirido una mansión en el exclusivo barrio de
Montecito, en Santa Bárbara.
EFE