Este domingo 2 de julio, en
sus palabras previas al rezo del Ángelus, el Papa Francisco hizo una breve
pausa para llamar la atención a los cristianos que caen en prácticas
supersticiosas como la lectura de cartas o los horóscopos.
Ante unos 15,000 fieles, el
Pontífice estaba reflexionando sobre la misión profética que todos los
cristianos reciben en el Bautismo.
“Pero, ¿quién es el profeta?
–preguntó el Santo Padre–. Hay quien lo imagina como una especie de mago que
predice el futuro; pero esta es una idea supersticiosa y el cristiano no cree
en las supersticiones, como la magia, las cartas, los horóscopos o cosas
similares”.
“Entre paréntesis: muchos, muchos cristianos
van a que les lean las manos… ¡Por favor!”, exclamó el Papa Francisco.
Luego, el Pontífice retomó
su reflexión y recordó que “profeta, hermanos y hermanas, es cada uno de
nosotros”, y que, “en virtud del Bautismo, ayuda a los demás a leer el presente
bajo la acción del Espíritu Santo” para comprender los proyectos de Dios y
corresponderlos.
En ese sentido, el Papa
Francisco afirmó que “el profeta es aquel que muestra a los demás a Jesús”, da
testimonio y ayuda a construir el mañana según sus planes. “Por lo tanto, todos
somos profetas, testigos de Jesús”, señaló.