La Defensora de la Salud de la
Procuraduría de Derechos Humanos, Zulma Calderón, realizó una verificación de
las condiciones de algunos pacientes confirmados de COVID-19 en el Hospital Roosevelt, y
encontró que varios se estaban a la intemperie.
Hay también personas mayores de todo el país, pacientes
que son oxígeno dependientes que están en condiciones muy delicadas.
“Debido al déficit de infraestructura de este
hospital se ha debido improvisar estas áreas de carpas para brindar atención a
los pacientes. Se evidencia el colapso de la red hospitalaria. El Hospital San
Juan de Dios también emitió una alerta de que ya no puede recibir más
pacientes”, dijo Calderón.
Al momento en que la funcionaria de la PDH llegó al
Roosevelt y encontrar esta improvisada sala de atención a pacientes, caía un
fuerte aguacero sobre la Capital por lo que el agua corría por debajo de las
camas.