Gonzalo de Villa y Vásquez es investido como Arzobispo Metropolitano, de Guatemala, desde este 3 de septiembre.
Durante la homilía
clamó por los pobres, la verdad y la unidad.
"No somos
partido político, ni frente nacional, ni siquiera Magna Asamblea, somos un
rebaño pequeño al que el Señor nos llama a no temer. Somos llamados a
apreciarnos y valorarnos, a animarnos entre todos, a creernos en comunión con
Dios", manifestó.
La investidura se
realizó en una Santa Eucaristía en la Catedral Metropolitana, aunque fue
notoria la ausencia del presidente de la República Alejandro Giammattei..
Asistieron el
vicepresidente Guillermo Castillo, el director de la Comisión Presidencial para
Prevenir el Covid-19, Edwin Asturias, del Alcalde Capitalino, Ricardo Quiñones
y del procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas.
"Se espera del
Arzobispo una palabra de aliento, pero también de cuestionamiento de denuncia
sin manipulaciones de ningún sector. Darle peso a la palabra significa no
prodigarla en la vida pública, pero tampoco quedarse callado ante situaciones
que ameritan la denuncia, o la reflexión. Con nombres propios en ocasiones,
dirigidos a toda la sociedad en otras", señaló.
"Hablar de
pobres, es hablar de aquellos que son bienaventurados. Es hablar de las grandes
mayorías pobres y tantas veces empobrecidas en Guatemala. Es hablar del
corredor seco y sus hambrunas, es hablar de asentamientos marginales, de
indígenas desposeídos, es hablar de aquellos en cuyo nombre seremos juzgados.
Es hablar de desnutrición infantil y de muertes prematuras" expresó.
Quiero ser voz de una
iglesia misericordiosa, que sabe perdonar pero que también da justicia ante los
atropellos, ante la corrupción que nos atropella y corroe, ante la violencia
que nos hiere, una iglesia que ama, que espera y que sufre…
Dios quiera que esta
epidemia que nos golpea hoy, la pandemia del Covid-19, pero sobre todo la
pandemia más antigua de exclusiones y privilegios de violencia y de crimen, de
hirientes desigualdades, vaya aplacando y que como iglesia sepamos contribuir a
ello (dijo con la voz entrecortada)
Con fe y con
esperanza digo hoy: "¡Guatemala resurgirá!” , concluyó.