El reporte de alertas Alba Keneth revela que los casos no han aumentado en relación a 2019, pero sí desde que el país se confinó por la pandemia.
Adolescentes
entre los 13 y 15 años son los que más desaparecen en Guatemala.
Este
fenómeno podría deberse al cambio de dinámica social y familiar, provocado por
las restricciones impuestas ante la pandemia del coronavirus.
En
marzo, cuando se decretó el Estado de Calamidad y el toque de queda, los
reportes de menores de edad desaparecidos bajaron de 500 a 391.
En
abril, mayo y junio se mantuvieron entre 201 y 286. En julio, cuando ya no hubo
toque de queda los fines de semana y cambió el horario de restricción para
circular, hubo un leve aumento a 311.
En
agosto siguió el repunte con 360 casos y en septiembre, cuando el horario de
toque de queda se volvió a ampliar, los casos de desaparición de menores de
edad llegaron a 426.
Hasta
el 12 de octubre, 166 niños o adolescentes se han reportado desaparecidos,
según el informe de alertas Alba-Keneth que se obtuvo a través de una solicitud
de información.
En
total, este año se ha reportado la desaparición de 3,417 menores de edad y en
2019, hasta el 31 de octubre, los casos sumaron 6,624.
La
unidad Alba-Keneth también analiza las causas de las desapariciones.
Las
causas de las desapariciones detectadas son: Rebeldía, Conflictos familiares,
Orden Judicial, Abandonos de residencias de acogimiento temporal, Trata de
personas, Sustracción de hospitales por padres o encargados, Maltrato o
negligencia,
El
mayor número de casos se reporta en Guatemala, le siguen Escuintla,
Quetzaltenango, Izabal y Petén.