El
sanjuanero Francisco de Paula García Peláez nació el 2 de abril de 1785 y murió
en 1867; fue historiador, sacerdote diocesano y arzobispo de Guatemala (1847
1867).
García
Peláez vivió en la 7a. calle 8-49 zona 2 de esta villa. Fue trasladado a la
ciudad capital por un familiar, luego de fallecer sus padres.
En donde fue su casa de habitación se
puede observar la placa, que con motivo del centenario de su consagración como
sacerdote fue colocada por su pueblo, en 1944. Su tumba se encuentra en las
Criptas de la Catedral Metropolitana.
El historiador de San Juan Sacatepéquez,
Leonel Martínez, ha buscado durante varias administraciones municipales que la
Sexta Avenida de la villa sea registrada con el nombre del distinguido
sanjuanero, Francisco de Paula García Peláez, quien destacó en todo el país. Igualmente
lo han hecho muchos vecinos sanjuaneros que quieren honrar al destacado García
Peláez que le ha dado honores a su tierra natal, San Juan Sacatepéquez.
El
religioso fue el primer catedrático universitario de la Facultad de Economía en
Guatemala. Se graduó en la Universidad de San Carlos, donde estudio Filosofía
(1802); obtuvo tres licenciaturas: Derecho Civil, Derecho Canónico y Teología y
Doctor en Teología.
Fue
párroco en varios lugares y se exilió voluntariamente tres años después de la
toma militar de la Ciudad de Guatemala por Francisco Morazán, en 1829.
En 1814
ganó la oposición para optar a la cátedra de Economía Política en la
Universidad de San Carlos. Fue el único candidato, y la sirvió gratuitamente.
El opúsculo que presentó y defendió se titula Observaciones Rústicas sobre
Economía Política.
En esa
época, en la Universidad de San Carlos había entusiasmo por la Economía política,
y la difusión de las doctrinas económicas de Adam Smith. “Smit”, lo escribían
el autor y los primeros economistas. El estudio de las cuestiones económicas
entusiasmó muchísimo a los hombres de letras.
En
dicho opúsculo desarrolló tres temas: la riqueza de las naciones, mismo título
del libro clásico de Smith, de 1776; el trabajo, y los capitales.
García
Peláez escribió la historia de Guatemala, precolombina y de los primeros tres siglos
del Reino de Guatemala, a solicitud del jefe de Estado, el liberal Mariano
Gálvez (1831-1838), quien posiblemente haya sido su amigo.
Mariano
Gálvez facilitó la consulta de archivos y documentos y dio órdenes para
trasladar, de la Antigua a la capital de Guatemala, gran parte de los viejos
archivos y los textos de los cronistas coloniales, cuyas obras aún no se habían
editado.
La
obra, por las circunstancias, no contó con un plan bien determinado y no hay
mucho orden. Sin embargo, contiene multitud de datos económicos importantes.
Durante
10 años permaneció inédita hasta 1851 porque no obtuvo financiamiento y se
publicó cuando el autor ya había sido elevado a ser arzobispado de Guatemala.
La publicación
la hizo en forma de entregas semanales por cuadernos, enviadas a cerca de 300 suscriptores,
cuya nómina figura al final de la obra. Los lectores eran personas prominentes
en Guatemala. La última edición en forma de libro se encuentra en tres volúmenes,
lleva la siguiente inscripción: "Memorias para la Historia del Antiguo
Reino de Guatemala. Redactadas por el ilustrísimo señor doctor don Francisco de
Paula García Peláez, arzobispo de esta Santa Iglesia. Metropolitana, tercera edición.
Cotejo de Francis Gall. Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala.
Biblioteca Goathemala. Respectivamente 1968, 1972 y 1973.
El Tomo
I contiene la descripción de los indígenas en la época precolombina y los sucesos
de la conquista y primitiva colonización.
Como
fuentes para esta primera parte, tuvo a la vista las crónicas de Antonio de
Remesal, de Francisco Vásquez y la obra de Francisco Ximénez; también consultó
el archivo municipal de la antigua capital de Guatemala, y los cronistas Bernal
Díaz del Castillo, Francisco Fuentes y Guzmán, Humboldt y otros autores
extranjeros.
El Tomo
II señala detalles importantes de la vida colonial y en los establecimientos
llevados a cabo por los hijos de los conquistadores. Surgen los impuestos en
tributos, la Casa de Moneda y la primitiva imprenta, tratando multiplicidad de
asuntos.
EI Tomo
III es quizás el más interesante, porque trata de personas contemporáneas
suyas. Acá hay interesantes datos sobre el estanco del aguardiente de caña, el
proyecto de una compañía de comercio propuesta por Fernando de Echeverz en su
obra Ensayos Mercantiles (1742), quien es el primer economista de Guatemala. La
edición de las Memorias está agotada. Sería deseable que la Editorial de la
Universidad de San Carlos de Guatemala o la Tipografía Nacional de Guatemala
las publicaran de nuevo, por el liderazgo que han tenido en editar obras de
este tipo.
Luego de su fallecimiento, en 1867, el presidente Vicente
Cerna decretó tres días de luto para todos los empleados públicos y privados de
Guatemala.