El galeno Mario René Bolaños
se acogió a la Ley de Aceptación de Cargos y recibió una condena reducida por
el caso denunciado por una paciente.
Igual que su colega Dany
Ferlandi Chocooj Coy, el doctor Bolaños fue sentenciado por el delito de
lesiones culposas, en el caso de la extracción anómala de un riñón.
El Ministerio Público (MP)
informó sobre la resolución del Juzgado de Primera Instancia Penal con
Competencia Especializada en Delitos de Trata de Personas, quien aceptó que el
galeno se acogiera a la Ley de Aceptación de Cargos.
Bolaños consiguió una
condena de un año de prisión e igual tiempo de inhabilitación para ejercer su
profesión, pues mediante la medida legal se disminuyó la pena a la mitad.
Según el ente investigador,
fue él quien retiró un riñón sano del cuerpo de una paciente, sin que se le
informara. Para concluir el caso contra el doctor, se programó una audiencia de
reparación digna para el miércoles 27 de septiembre.
En este caso se vincula a
cuatro médicos; hasta ahora, dos se han declarado culpables, aunque no por el
mencionado delito sino por lesiones culposas. A Dany Chocooj se le impuso una
pena de seis meses de cárcel y a Bolaños se le sentenció a un año.
Los otros dos doctores
implicados son Ángel David Valdez y Orlando Rodas Pernillo. Ambos decidieron
continuar en el proceso por la vía regular, por lo cual están a la espera de
que el juez decida si deben enfrentar juicio.
Ambos se han dicho confiados
en que se desestimen las acusaciones en su contra, por lo cual consideran que
no serán enviados a debate oral y público.
Su captura se efectuó el 3
de marzo de este año, fecha en la cual el ente investigador informó sobre las
supuestas irregularidades cometidas por los galenos en detrimento de la salud
de una mujer.
Todo comenzó cuando una
señora visitó a un especialista y le diagnosticó mielolipoma suprarrenal
derecho. Para el tratamiento, se le indicó que debía ser sometida a una
cirugía, por lo que acudió a su seguro y este le asignó a dos médicos para la
intervención, al finalizar, se les informó a los familiares que todo había
salido bien y que se le había eliminado un tumor, junto con la glándula que
estaría afectada, "de acuerdo a lo programado".
Sin embargo, al requerir una
copia del informe patológico, se dieron cuenta de algo más. En el documento se
indicaba: "se recibe un riñón sin evidencia de malignidad y no se
localizan masas ni glándula suprarrenal". Por ello, los familiares de la
paciente confrontaron a los doctores, quienes manifestaron que se trató de un
error de patología. Para corroborar esto, la paciente se sometió a varios exámenes
de laboratorio, lo cual le permitió conocer que le habían quitado un riñón
sano.