De acuerdo con medios locales, los
manifestantes exigen que quede sin efecto el contrato con la empresa privada
Joinnus.
Las protestas contra la privatización
del sitio inca y Patrimonio de la Humanidad, Machu Picchu, en Perú, continuaron
este viernes 26 de enero en la segunda jornada de paro indefinido mientras
fueron suspendidas las operaciones de tránsito en la vía férrea
Ollantaytambo-Machu Picchu-Hidroeléctrica.
De acuerdo con medios locales, los
manifestantes exigen que quede sin efecto el contrato con la empresa privada
Joinnus, que a través de su plataforma web se encarga de la venta de las
entradas al histórico santuario.
Al mismo tiempo, las protestas demandan
la destitución de la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, a quien señalan como
la responsable de la tercerización de la venta de los boletos virtuales para el
ingreso a Machu Picchu.
De igual forma, los activistas piden la
ratificación de los acuerdos y actas sobre la suspensión definitiva de la
construcción del centro de interpretación en Puente Ruinas.
Por su parte, la empresa Ferrocarril
Trasandino, que gestiona el transporte férreo de la zona, anunció la suspensión
de las operaciones ante los bloqueos, que, añadieron, “afectan el libre
tránsito ferroviario, a pesar de la custodia policial existente en la zona”.
El Comité de Lucha por la Defensa del
Pueblo de Machupicchu convocó al paro indefinido desde la víspera a partir de
las 00H00 (hora local) ante la falta de respuesta de las autoridades peruanas.
Urteaga declaró a la prensa que la venta
de las entradas por una empresa privada no constituye una privatización, mientras
resaltó que resulta “positiva” la comercialización electrónica de las entradas
en aras de dinamizar el turismo. “No podemos esperar que venga un turista para
esperar que haga una cola e ingrese”, expresó.