Los lacandones son un grupo indígena del
tronco maya que habita en la selva Lacandona en la frontera entre México y
Guatemala, en el departamento de Petén.
Entre sus actividades principales se
encuentra el tejer fibras y con ellas fabricar textiles, curtir cuero y
elaborar cerámica, flautas, mallas y piraguas. Por bastante tiempo estuvieron
aislados, preservaron su forma de vida ancestral hasta fechas recientes,
pescando, cazando y cultivando frutas y verduras. Su número total de
integrantes ha disminuido y solo quedan unos cuatrocientos.
Los lacandones se llaman a sí mismos
hach winik, que significa "verdaderos hombres". Se piensa que
originalmente el vocablo lacandón se refería a un grupo hablante de chortí, el
cual, en tiempos de la Conquista, habitaba en una pequeña isla en el río
Lacantún, en el extremo sur de la selva y que se autodenominaban "los del
Lacantún", que significa en chortí "gran peñón" o "piedra
erecta" y al ser españolizado se convirtió en lacandón o lacandones. Los
hach winik son hablantes de un idioma estrechamente relacionado con el maya
yucateco.
Los lacandones se dividen en dos grupos
denominados los del norte, que habitan principalmente en las localidades de
Nahá y Metzaboc, y los del sur, ubicados en la localidad de Lacan ha Chan
Sayab.
En el momento de su primer encuentro con
los españoles (1530), los lacandones habitaban un territorio reducido al sur
de la selva lacandona, teniendo como centro la laguna de Lacam-Tun, hoy de
Miramar. Pueblo de lengua choltí, eran agricultores y cazadores. Se resistieron
a la invasión hasta finales del siglo XVII, tal como lo hicieron los itzáes del
Petén.
Abandonaron su ciudad lacustre;
Lacam-Tun a finales del siglo XVI, cuando fue destruida por una expedición
militar proveniente de San Cristóbal de las Casas. Se retiraron hacia el
sureste y erigieron una nueva cabecera a pocos kilómetros de distancia del río
Lacantún, llamándola Sac-Bahián.
La primera vez que se encuentra la
descripción de un lacandón es en un manuscrito del capitán Pedro Álvarez, transcrito
por Francisco Ximénez en su Historia de la provincia de San Vicente de Chiapas
y Guatemala. En el texto se describe a uno de los cautivos como "... muy
moreno, que llevaba el pelo largo hasta la cintura y suelto; que presentaba la
nariz y las orejas horadadas; que por vestido usaba una especie de casaquilla
sin mangas, de manta gruesa y hasta la cintura, y un pequeño taparrabos".
Los pueblos conocidos como lacandones
desde finales del siglo XVII son el resultado de una mezcla de etnias
originarias de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco, hablantes en
su mayoría de las lenguas chol, chortí y tzeltal.
Se piensa que estos nuevos habitantes de
la selva eran miembros de varias tribus que hasta el siglo XIX se distribuían
dentro de un área mucho más extensa que abarcaba la selva chiapaneca, Petén,
Belice y parte de la península de Yucatán, y que se diferenciaban e
identificaban a través de un amplio sistema de linajes.