Un
total de 202 mil 257 personas fueron deportadas de México durante 2015, de las
cuales la gran mayoría son de Guatemala, Honduras y El Salvador, lo que podría
calificarse como una seria crisis migratoria que se encuentra latente, pero que
lamentablemente los gobiernos no han tomado en serio, señaló Fernando Castro,
experto en el tema.
A
decir de Castro, se debe reconocer que existen diálogos de alto nivel sobre
migración, sin embargo no se aplican acciones concretas para encontrar
soluciones a la falta de empleo y desarrollo en los países del Triángulo Norte,
que están en pobreza y pobreza extrema, motivos que incrementan la migración
hacia Estados Unidos.
El
especialista consideró necesario no olvidar la crisis de menores migrantes no
acompañados en 2014, cuando las autoridades de migración fueron sobrepasadas,
ante la cantidad de infantes y adolescentes que requirieron asilo en ese país.
Para
Fernando Castro, es momento de reaccionar por parte de los gobiernos, en forma corresponsable
y regional, sumar esfuerzos entre Guatemala, Honduras y El Salvador, con el fin
de construir un entorno propicio de desarrollo y prosperidad en la región,
generando oportunidades de trabajo y desarrollo, con programas de capacitación
técnica con la cual se pueda ofrecer mano tecnificada a empresas que quieran
invertir en la región.
Mucho
se ha hablado de la inversión que se realizará en el denominado Plan de la
Prosperidad, pero no se sabe a ciencia cierta cómo se invertirán los 129
millones de dólares para Guatemala, más 500 adicionales para Centroamérica,
autorizados recientemente por el Senado y el Congreso de Estados Unidos, concluyó
Castro.