Foto ilustrativa: En medio de los temores al nuevo coronavirus, más de 200 parejas dieron el "sí quiero" en una boda masiva en Filipinas... todos cubiertos con mascarillas quirúrgicas.
El 7 de agosto se
llevó a cabo una boda privada en el Big Moose Inn de Millinocket, Maine, en el
noreste de Estados Unidos, la cual ocasionó un brote masivo de coronavirus en
el estado, incluso entre personas que no asistieron a la recepción.
Los Centros para el
Control y Prevención de Enfermedades reportaron que 22 personas que asistieron
a la boda dieron positivo por COVID-19, desencadenando brotes secundarios y
terciarios que resultaron en un contagio de al menos 147 personas en total.
Debía quedar para
el recuerdo como una celebración entrañable en pleno verano en el pintoresco
pueblito de Millinocket, en Maine. Pero la fiesta de casamiento culminó con 7
muertos y al menos 177 personas infectadas por coronavirus.
Una de las razones de esta fiesta que terminó en
tragedia es que los invitados al matrimonio el 7 de agosto fueron 65, más que
el máximo permitido de 50 personas. Primero asistieron a una ceremonia en una
iglesia baptista, y luego a una recepción en el albergue “Big Moose Inn”, ambos
cerca de Millinocket, un pueblo de 4.000 habitantes.
Diez días más tarde, 24 personas vinculadas al
casamiento dieron positivo al COVID-19, y el Centro para el Control de las
Enfermedades de Maine abrió una investigación.
El director del Centro, Nirav Shah, informó en
conferencia de prensa que a raíz del casamiento hubo al menos 177 personas
infectadas. Siete murieron, aunque “ninguna estuvo físicamente presente en la
fiesta”.