Una gran tormenta de nieve provocó el cierre de
aeropuertos y escuelas, y además, obligó a posponer las vacunaciones contra el
coronavirus hasta este martes, mientras que la ciudad de Nueva York se
preparaba para una de sus nevadas más intensas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus
siglas en inglés) emitió advertencias de tormenta desde Virginia hasta Maine,
hogar de decenas de millones de personas, ya que fuertes nevadas mezcladas con
ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora provocaron tormentas de nieve
en toda la costa este.
Nueva York declaró un estado de emergencia que
restringe los viajes no esenciales, devolvió a todos los niños al aprendizaje
remoto y reprogramó la tan esperada vacunación, ya que algunas partes de la
ciudad se vieron afectadas por más de 18 pulgadas (1,5 pies) de nieve.
Los meteorólogos estiman que la cifra podría alcanzar los 60 centímetros antes de que termine la tormenta.
“La tormenta aún se está desarrollando. Aún se está intensificando. Es una tormenta masiva”, dijo un meteorólogo, y la emisora informó que el clima extremo podría continuar hasta el miércoles.
Camiones de sal y quitanieves se movieron por las
calles de Nueva York, ya más silenciosos de lo habitual debido al Covid-19,
cuando el alcalde Bill de Blasio anunció que los pocos niños que habían regresado
a las aulas también se quedarían en casa el martes.
Se cancelaron más de 1.600 vuelos en Estados Unidos, principalmente en aeropuertos de Nueva York, Boston, Filadelfia y Washington, lo que interrumpió los viajes que ya se habían visto muy restringidos por la pandemia.
Las
aerolíneas cancelaron todos los vuelos dentro y fuera de los aeropuertos
LaGuardia y JFK, mientras que el 71 por ciento de los vuelos se cancelaron en
el Aeropuerto Newark Liberty.