Las especies vivas nos comunicamos de muy diferentes formas. Es la especie humana la que ha elaborado el más complejo e interesante sistema de intercambio de mensajes que existe. Nada es tan poderoso como el lenguaje, y su expresión más única, la palabra, esa herramienta que usamos a diario para comunicarnos, puede ser tan útil o perjudicial, como se le aplique.
La comunicación, hoy, es esencial en cualquier espacio del mundo: profesional, técnico, agrícola, y en todos los estamentos de la humanidad. Aunque esta cuestión parece comúnmente aceptada, no en todos los ámbitos se reflexiona sobre lo que realmente significa y las implicaciones que tiene la comunicación.
El poder de la comunicación es clave en todas las estrategias de la convivencia humana. En los espacios jurídico y político destaca de modo práctico y profesional. La decidida influencia que en el área jurídica y política tienen la comunicación y sus estrategias, como una de las competencias profesionales más importantes, es relevante.
Decimos que hay una total falta de comunicación entre el Gobierno de la República y el pueblo, precisamente por lo que está sucediendo en estos momentos cruciales de pandemia y el desorden que existe con la vacunación de los guatemaltecos, en el que ni el propio presidente fue claro en su intervención del viernes 9 de julio, entre los pocos ciudadanos que lo oyeron y vieron.
El gobierno presidido por Alejandro Giammattei se desentendió de la pandemia y eso tiene consecuencias nefastas para el país, simplemente por falta de una adecuada comunicación. Se desentendió del manejo de la pandemia desde que el mismo gobernante dijo que cuidarse era tarea de cada quien, liberando prácticamente toda restricción y haciéndose de la vista gorda de los aforos permitidos para distintos tipos de eventos.
El Gobierno de la República no ha sabido utilizar correctamente los medios oficiales de comunicación a su alcance –radio, televisión y el Diario de Centro América, entre otros–. Tampoco ha podido ejecutar, como debe ser, el millonario presupuesto que tiene para dar a conocer las actividades de los tres poderes del Estado, tal como lo manda la Constitución.
El Ministerio de Salud Pública, como cada una de las carteras, tiene en su presupuesto sumas millonarias para dar a conocer, con certeza y claridad, sus actuaciones, sobre todo en el caso del COVID-19, en todos los medios de comunicación social, y no solamente aprovecharse de lo que dicen los periodistas en los medios informativos, muchas veces sin la independencia correspondiente.
Para que los guatemaltecos estén bien informados, el Ministerio de Salud Pública tiene que utilizar todos los medios de comunicación a su alcance –los oficiales, los paraoficiales, los medios de comunicación independientes y, sobre todo, los medios de comunicación que están mucho más cerca de los habitantes de cada uno de los municipios el país.
Si el Gobierno actúa con responsabilidad no hay necesidad de cerrar el país. Para eso el presidente Giammattei tiene que revisar su política de comunicación gubernamental, para adecuarla a la realidad nacional, sin los tapujos y disfraces que se han adoptado para complacer a determinados sectores, sino que velar por todos los ciudadanos en general, porque todos tienen derecho a trabajar y a comer.
