Joe Biden y Barack Obama volvieron a reunirse este martes en la Casa Blanca con el objetivo de intentar recuperar la fuerza demócrata antes de las elecciones de mitad de mandato.
Almuerzo poderoso
El verdadero objetivo de la reunión entre Biden y Obama es más amplio: una oportunidad para reforzar la marca centrista de Biden y tranquilizar a los demócratas que huyen de lo que las encuestas predicen que será una aplastante derrota electoral en noviembre, con los republicanos recuperando el control del Congreso.
La Casa
Blanca trató de borrar cualquier sensación de que Obama iría en una misión de
rescate. Los dos almorzarán, "como solían hacer semanalmente", dijo
Psaki, añadiendo que, aunque esta sea la primera vez que Obama es invitado,
ellos "siguen hablando regularmente". "Son amigos de verdad, no
sólo amigos de Washington", insistió.
A menudo se
dice que los amigos verdaderos no abundan en la despiadada Washington, pero
Barack y su esposa Michelle Obama son ciertamente populares entre los
demócratas y se les considera capaces de espolvorear el polvo mágico tan
necesario en el partido.
Pero,
cuando se trata de las elecciones de medio mandato, Obama no es precisamente el
mejor ejemplo: sus demócratas fueron aniquilados en las elecciones al Congreso
de 2010 y 2014.
Por otro
lado, Obama demostró con su reelección en 2012 que un presidente puede
sobrevivir a esos terremotos - una lección para Biden en 2024, tal vez, cuando
puede enfrentarse a una repetición de su batalla contra Trump.
El verdadero objetivo de la reunión entre Biden y Obama es más amplio: una oportunidad para reforzar la marca centrista de Biden y tranquilizar a los demócratas que huyen de lo que las encuestas predicen que será una aplastante derrota electoral en noviembre, con los republicanos recuperando el control del Congreso.