Las fuerzas de seguridad de
Argentina confirmaron que han hallado muerta a la periodista Griselda Blanco en
la ciudad de Curuzú Cuatiá, en la provincia de Corrientes, después de que denunciara
haber recibido amenazas tras escribir una serie de artículos sobre violencia
policial.
El cuerpo de Blanco, de 45
años, ha sido hallado con signos de estrangulamiento en su domicilio, donde
también se ha detectado rastro de sangre, tal y como ha informado la Policía,
que ha detenido a su expareja, el también periodista Armando Jara, a medida que
se ha abierto una serie de investigaciones al respecto.
Sin embargo, los familiares
de la víctima han descartado que se trate de un caso de feminicidio y han
vinculado la muerte a la cobertura realizada por la periodista de una serie de
abusos policiales en la provincia. La querían callada, ha asegurado su hijo en
"No creo que Jara tenga nada que ver con esto", ha añadido.
Se hallaron también pelos en
sus manos, que podrían ser señales de que se defendió del ataque, ha explicado
uno de los investigadores, que puntualizó que las puertas o ventanas de la
vivienda no presentaban indicios de haber sido forzadas o manipuladas.
El caso ha quedado ahora en
manos de la Policía Federal del país, mientras que la Federación Argentina de
Trabajadores de Prensa ha expresado en un comunicado su grave preocupación por
lo sucedido.