Como cada 18 de mayo, se
celebra el Día Internacional de los Museos. Por ello, recogemos algunas de las
curiosidades de una de las colecciones de arte más grandes del mundo, los
Museos Vaticanos.
1.
Su gran tamaño. Es
conocido como “el Museo de los museos”, ya que contiene la mayor colección de
arte del mundo. Sus largos pasillos y estancias con 9 millones de piezas de
arte suponen un total de 15 km que son recorridos por más de 15 millones de
personas al año. Se dice que el conjunto de sus obras podrían cubrir más de
cuatro veces todas las paredes del Vaticano.
2.
Sus orígenes. Los
Museos Vaticanos abren exposición dedicada a las 3 “Piedades” de Miguel Ángel. Estos museos nacen con las obras
privadas de Julio II, que al ser electo Papa en 1503, trasladó su colección al
Patio Octagonal. Entre las primeras
obras se encuentra el “Apolo de Belvedere”, la “Venere Felice”, “La Ariadna
dormida” y el grupo de “Laocoonte y sus hijos”.
El Papa Julio II mandó
autentificar la estatua "Laocoonte y sus hijos", para después
adquirirla. Esta escultura fue una de las primeras en formar parte de la
exposición del Museo Pío Clementino, el cual fue fundado en 1771 por el Papa
Clemente XIV.
3.
Prohibieron la visita a Hitler. Durante la pandemia de
coronavirus, los Museos Vaticanos cerraron sus puertas al público. Sin embargo,
no era la primera vez que esto ocurría.
En mayo de 1938, cuando Adolf Hitler llegó a Roma como invitado del rey
Víctor Manuel III y Benito Mussolini, el Papa Pío XI no quiso recibirlo, y para
evitarlo se trasladó a la villa de Castel Gandolfo durante unos días. El entonces Papa ordenó que tanto el
museo como la Basílica de San Pedro estuvieran cerrados para evitar que el
dictador pudiera entrar en ambos lugares.
4.
Del Vaticano a la Luna. Un dato curioso que no muchos conocen es
que una bandera del Vaticano viajó hasta la Luna en el Apolo 11. Los Museos
Vaticanos albergan esta pequeña bandera con algunos fragmentos de la superficie
lunar.
Fue el entonces presidente
de los Estados Unidos, Richard Nixon, quien entregó esta insignia al Vaticano,
y junto a ella se encuentra una placa donde puede leerse: “Esta bandera viajó
hasta la Luna y volvió en el Apolo 11, y unos fragmentos de la superficie lunar
fueron traídos a la Tierra por la primera tripulación que llegó a la Luna”.
5.
¿Higos o manzanas? Bastante es conocida la exactitud y
minuciosidad de Miguel Ángel en la creación de la Capilla Sixtina. De hecho, el
árbol del que Eva recoge la fruta prohibida no es un manzano, sino que se
pueden apreciar las hojas de una higuera.
Cabe destacar que en el libro del Génesis no se menciona que la fruta
probada por Eva y Adán fuera una manzana, un hecho divulgado debido a un error
en la traducción del término “malus-malum” (mal fruto) por manzana.
En el texto del Génesis la
clase de fruto (“tappuaj”) no especifica el fruto que toma Eva, sin embargo más
tarde se cuenta que, al descubrir su desnudez, Adán y Eva se cubren con hojas
de higuera, y por eso algunas tradiciones sostienen que el fruto prohibido fue
el higo.
6.
Un mensaje escondido. En
un inicio, Miguel Ángel rechazó el encargo de la Capilla Sixtina debido a la
magnitud del trabajo y debido a que creía que sus rivales esperaban verle
fracasar. El artista pintó finalmente un total de 460 metros cuadrados de la
Capilla Sixtina. La creación de Adán, pintada en la bóveda de esta capilla, es
una de las pinturas más conocidas a nivel mundial, estudiada por expertos de
todo el mundo durante décadas.
En el año 2010, dos neuroanatomistas
de Estados Unidos elaboraron un informe en el que indicaron que tras las
figuras de Dios y los ángeles de este fresco, el autor escondió un mensaje.
Según los expertos, la
creación de Adán ofrece una representación exacta del cerebro humano. La
disposición de la figura de Dios junto a los ángeles parece formar la estructura
del cerebro y la columna vertebral, como símbolo de la inteligencia dada desde
Dios a los hombres.
7.
Un pasadizo secreto. Una parte del museo es el llamado Passetto di
Borgo, un pasadizo que comunica con el Castel Sant’Angelo. El Papa Clemente VII
pudo escapar a través de este pasadizo de los soldados del emperador Carlos V
que pretendían acabar con su vida al entrar en la Ciudad del Vaticano en
1527.
8.
El guardián del museo. Gianni Crea es el encargado de abrir
cada madrugada todas las puertas y estancias de los Museos Vaticanos. Utiliza
un total de 2,797 llaves. Además, durante un cónclave se encarga de cerrar
todos los accesos a la Capilla Sixtina para asegurar el secreto en la elección
del Pontífice. La llave la guarda en un cofre cerrado que entrega a la
Gendarmería, que se la devolvería de nuevo a Gianni para abrir las puertas una
vez haya humo blanco y el nuevo Papa haya sido electo.
9.
La “Sala de las lágrimas”. Existe
dentro de la Capilla Sixtina una estancia llamada “Sala de las lágrimas”
(Stanza del pianto). Está situada a la
izquierda del altar bajo el Juicio Final y recibe este nombre debido a que el
nuevo Papa, una vez elegido, es conducido a esta pequeña habitación antes de
salir a saludar a los fieles que le esperan en la Plaza de San Pedro.
10.
Cuatro años de una vida. Se
calcula que si una persona dedica un minuto a ver cada obra de estos museos,
necesitará 4 años enteros de su vida.