La Arquidiócesis Primada de
México dio cinco consejos que pueden ayudarte en esta importante decisión de
escoger a los padrinos para el bautismo. Es importante destacar que los
consejos se remiten al Magisterio de la Iglesia, que enseña todo lo fundamental
sobre el tema a través de dos textos: el Catecismo de la Iglesia Católica y el
Código de Derecho Canónico.
Antes de comenzar, es
importante saber que el Catecismo de la Iglesia Católica nos dice en el
artículo 1255 que “para que la gracia bautismal pueda desarrollarse es
importante la ayuda de los padres. Ese es también el papel del padrino o de la
madrina, que deben ser creyentes sólidos, capaces y prestos a ayudar al nuevo
bautizado, niño o adulto, en su camino de la vida cristiana”.
Asimismo, señala que la
tarea del padrino o madrina “es una verdadera función eclesial”, y que “toda la
comunidad eclesial participa de la responsabilidad de desarrollar y guardar la
gracia recibida en el Bautismo”.
1. Deben conocer su misión como padrinos.
Los
padrinos “deben ser buenos cristianos y tener conciencia plena de la misión que
la Iglesia les encomienda. El Código de Derecho Canónico señala que: “En la
medida de lo posible, a quien va a recibir el bautismo se le ha de dar un
padrino, cuya función es asistir en su iniciación cristiana al adulto que se
bautiza, y, juntamente con los padres, presentar al niño que va a recibir el
bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana congruente con el
bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo”.
2.
Deben tener más de 16 años y conviene que estén casados. Es necesario que el padrino o madrina “haya
cumplido dieciséis años, a no ser que el Obispo diocesano establezca otra edad,
o que, por justa causa, el párroco o el ministro consideren admisible una
excepción”; no puede tener dos padrinos
del mismo sexo, sino que en caso se elija a dos personas, estos deben ser mujer
y hombre. Y además, según el canon, los padrinos no pueden ser los padres de la
persona a ser bautizada.
3.
Deben vivir su fe católica de forma coherente. La
Arquidiócesis también dijo que los padrinos “no deben ser personas de otra
religión" ni tampoco deben tener “modos deshonestos de vivir, pues deberán
acompañar a los niños en su formación católica”.
4.
Deben haber hecho la Confirmación. La
Arquidiócesis señaló que los padrinos de bautismo “deben haber recibido los
tres sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y
Eucaristía”. Es importante que los
padrinos vivan de forma coherente la fe católica que profesan, pues no solo
serán un buen ejemplo, sino que cumplirán con responsabilidad la misión por la
que deberán responder a Dios.
5.
Si son esposos, deben haberse casado por la Iglesia. Finalmente,
la Arquidiócesis recomendó a los padres que toda pareja de esposos que deseen
ser padrinos de bautismo de sus hijos deberán presentar “la constancia de su
matrimonio eclesiástico”, por tanto, no basta que estén casados por lo civil,
sino que es requisito que estén casados por la Iglesia Católica.