“Vayan, muévanse, porque si un joven no
se mueve, se oxida y es muy triste ver a un joven oxidado”. Estas son las
palabras del papa Francisco, interpelado en el Aula Pablo VI para enviar un
breve videomensaje a los más de 15 000 jóvenes que se espera participarán en la
Jornada Nacional de la Juventud de El Salvador, que tendrá lugar el sábado 25
de noviembre, en la ciudad de Santa Ana.
Los grupos, comunidades y parroquianos
jóvenes salvadoreños han viralizado en las redes sociales el mensaje del santo
padre, con un estimulante “Prohibido quedarse en casa”.
“Alegres en la esperanza, María nos
acompaña en el camino” es el lema de la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ)
de El Salvador. En esta celebración de la fe, los jóvenes salvadoreños podrán
participar en la Feria Vocacional, la Feria del Perdón, la Santa Eucaristía, la
Adoración Eucarística, para concluir en un concierto intercalado con los
testimonios de varios miembros de la pastoral juvenil. Además, ya fue publicado
el himno de la JNJ, bajo el título: ¡María nos acompaña!
Para estas jornadas se han escogido tres
patronos de excelencia: San Juan Pablo II, San Oscar Romero y al beato Carlos
Acutis que, junto a la Virgen Reina de la Paz, patrona de El Salvador,
intercederán por este arduo trabajo y los frutos de ese caminar de los jóvenes
en la fe y en la misión.
San Juan Pablo II, porque además de
viajar por el mundo entero llevando un mensaje de paz y reconciliación, “su
amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la
Juventud, con un llamado constante: ¡No tengan miedo de seguir a Cristo!
San Oscar Romero, elevado a los altares
en octubre de hace cinco años, los jóvenes dirigirán sus oraciones pidiendo
intercesión por el país, y la Jornada Nacional de la Juventud, pues como reza
la oración dedicada al Santo, fue un Pastor ejemplar al servicio de la Iglesia;
y en ella preferencialmente a los pobres y los necesitados.
El tercer patrono es el Beato Carlos
Acutis, cuya corta vida, apenas 15 años, estuvo llena de una gran devoción
mariana y eucarística y, sobre todo, por su capacidad de contagiar su fe a los
jóvenes en internet a través de las redes sociales. Fue un joven católico que
buscó vivir toda su vida en profunda comunión y amistad con Jesús, por ello los
jóvenes salvadoreños le pedirán que los acompañe: ¡Danos el valor de ser
verdaderos cristianos desde nuestro celular, computadora y en nuestra vida
cotidiana!