Por Noticias del Vaticano
Este domingo 23 de junio, en su alocución
previa a la oración mariana del Ángelus, el papa subrayó que las pruebas
afrontadas con el Señor al lado nos hacen más valientes. “Incluso en medio de
la confusión y la angustia, debemos abandonarnos al Señor, confiando siempre en
Él”. Este fue el reconfortante mensaje que su santidad ofreció a los fieles.
El santo padre reflexionó sobre la lectura
del Evangelio según San Marcos, que narra la historia de cuando Jesús y los
discípulos estaban en una barca en el lago Tiberíades, y los discípulos estaban
atemorizados, mientras Jesús dormía, cuando una repentina y fuerte tormenta
amenazó con hundir la barca.
"Parece que Jesús quiere ponerlos a
prueba", observó el pontífice, quien de inmediato aclaró: "Sin
embargo, no los deja solos, se queda con ellos en la barca, tranquilo, incluso
durmiendo. Y cuando estalla la tormenta, con su presencia los tranquiliza, los
anima, los incita a tener más fe y los acompaña más allá del peligro. ¿Por qué
hace así?".
"Para fortalecer la fe de los discípulos
y hacerlos más valientes", respondió el sucesor de Pedro, y añadió:
"En efecto, salen de esta experiencia más conscientes del poder de Jesús y
de su presencia en medio de ellos y, por tanto, más fuertes y dispuestos a
afrontar otros obstáculos y dificultades, incluido el miedo a aventurarse a
proclamar el Evangelio. Habiendo superado esta prueba con Él, sabrán afrontar
muchas otras, incluso hasta la cruz y el martirio, para llevar el Evangelio a
todos los pueblos".
"Jesús hace lo mismo con nosotros,
particularmente en la Eucaristía", afirmó el obispo de Roma: "Nos
reúne en torno a Sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre,
y luego nos invita a ponernos en camino, a transmitir a todos lo que hemos oído
y a compartir con todos lo que hemos recibido, en la vida cotidiana, incluso
cuando es difícil".
“No nos ahorra las contrariedades, pero sin
abandonarnos nunca, nos ayuda a afrontarlas. Nos hace valientes. Así también
nosotros, superándolas con su ayuda, aprendemos cada vez más a abrazarnos a Él,
a confiar en su poder, que va mucho más allá de nuestras capacidades, a superar
incertidumbres y hesitaciones, cerrazones y prejuicios, con valentía y grandeza
de corazón, para decir a todos que el Reino de los Cielos está presente, está
aquí, y que con Jesús a nuestro lado podemos hacerlo crecer juntos más allá de
todas las barreras”.
Hacia el final de su meditación, el papa
invitó a los fieles a preguntarse: "En tiempos de prueba, ¿soy capaz de
hacer memoria de los momentos de mi vida en los que he experimentado la
presencia y la ayuda del Señor? Cuando llega alguna tormenta, ¿me dejo arrollar
por la agitación, o me aferro a Él para encontrar la calma y la paz en la
oración, en el silencio, en la escucha de la Palabra, en la adoración y en el
compartir fraterno de la fe?". El pontífice elevó una súplica a la Virgen
María, "que aceptó la voluntad de Dios con humildad y valentía", para
que "nos conceda, en los momentos difíciles, la serenidad del abandono en
Él".
Por Noticias del Vaticano
Este domingo 23 de junio, en su alocución
previa a la oración mariana del Ángelus, el papa subrayó que las pruebas
afrontadas con el Señor al lado nos hacen más valientes. “Incluso en medio de
la confusión y la angustia, debemos abandonarnos al Señor, confiando siempre en
Él”. Este fue el reconfortante mensaje que su santidad ofreció a los fieles.
El santo padre reflexionó sobre la lectura
del Evangelio según San Marcos, que narra la historia de cuando Jesús y los
discípulos estaban en una barca en el lago Tiberíades, y los discípulos estaban
atemorizados, mientras Jesús dormía, cuando una repentina y fuerte tormenta
amenazó con hundir la barca.
"Parece que Jesús quiere ponerlos a
prueba", observó el pontífice, quien de inmediato aclaró: "Sin
embargo, no los deja solos, se queda con ellos en la barca, tranquilo, incluso
durmiendo. Y cuando estalla la tormenta, con su presencia los tranquiliza, los
anima, los incita a tener más fe y los acompaña más allá del peligro. ¿Por qué
hace así?".
"Para fortalecer la fe de los discípulos
y hacerlos más valientes", respondió el sucesor de Pedro, y añadió:
"En efecto, salen de esta experiencia más conscientes del poder de Jesús y
de su presencia en medio de ellos y, por tanto, más fuertes y dispuestos a
afrontar otros obstáculos y dificultades, incluido el miedo a aventurarse a
proclamar el Evangelio. Habiendo superado esta prueba con Él, sabrán afrontar
muchas otras, incluso hasta la cruz y el martirio, para llevar el Evangelio a
todos los pueblos".
"Jesús hace lo mismo con nosotros,
particularmente en la Eucaristía", afirmó el obispo de Roma: "Nos
reúne en torno a Sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre,
y luego nos invita a ponernos en camino, a transmitir a todos lo que hemos oído
y a compartir con todos lo que hemos recibido, en la vida cotidiana, incluso
cuando es difícil".
“No nos ahorra las contrariedades, pero sin
abandonarnos nunca, nos ayuda a afrontarlas. Nos hace valientes. Así también
nosotros, superándolas con su ayuda, aprendemos cada vez más a abrazarnos a Él,
a confiar en su poder, que va mucho más allá de nuestras capacidades, a superar
incertidumbres y hesitaciones, cerrazones y prejuicios, con valentía y grandeza
de corazón, para decir a todos que el Reino de los Cielos está presente, está
aquí, y que con Jesús a nuestro lado podemos hacerlo crecer juntos más allá de
todas las barreras”.
Hacia el final de su meditación, el papa
invitó a los fieles a preguntarse: "En tiempos de prueba, ¿soy capaz de
hacer memoria de los momentos de mi vida en los que he experimentado la
presencia y la ayuda del Señor? Cuando llega alguna tormenta, ¿me dejo arrollar
por la agitación, o me aferro a Él para encontrar la calma y la paz en la
oración, en el silencio, en la escucha de la Palabra, en la adoración y en el
compartir fraterno de la fe?". El pontífice elevó una súplica a la Virgen
María, "que aceptó la voluntad de Dios con humildad y valentía", para
que "nos conceda, en los momentos difíciles, la serenidad del abandono en
Él".