Por Noticias del Vaticano
Tras el rezo del Ángelus, el papa invoca
de nuevo la paz, especialmente con vistas a los Juegos de París, donde espera
que «los atletas sean mensajeros de paz» y signo de una sociedad inclusiva, tras
el rezo del Ángelus desde la Plaza de San Pedro, este domingo 21 de julio.
Para las competiciones previstas del 26
de julio al 11 de agosto, llegarán a la capital francesa 11 475 atletas de 205
delegaciones (rusos y bielorrusos competirán como neutrales). Se trata de la
33ª edición de la era moderna, la primera sin las severas restricciones
provocadas por el Covid-19, la pandemia que obligó a aplazar un año la edición
de Tokio en 2020.
El orgullo de Thomas Bach, presidente
del Comité Olímpico Internacional, es el equipo olímpico de refugiados. Para
este esperado acontecimiento mundial, el santo padre renueva su esperanza:
El deporte tiene también una gran fuerza
social, capaz de unir pacíficamente a personas de diferentes culturas. Espero
que este acontecimiento pueda ser un signo del mundo inclusivo que queremos
construir, y que los atletas, con su testimonio deportivo, sean mensajeros de
paz y buenos modelos para los jóvenes. En particular, según la antigua
tradición, los Juegos Olímpicos deberían ser una oportunidad para establecer
una tregua en las guerras, demostrando un sincero deseo de paz.
Entre los saludos de su santidad, está
el dirigido al Equipo Notre Dame de la diócesis de Quixadá en Brasil, a la
Asociación «Assumpta Science Center Ofekata», comprometida en proyectos de
solidaridad para África, a los Silenciosos de la Cruz y al Centro Volontari
della Sofferenza, reunido en memoria del fundador Beato Luigi Novarese.
Se trata de una asociación de enfermos y
sanos que reconocen, en el seguimiento de Cristo crucificado y resucitado, la
posibilidad de vivir la experiencia del sufrimiento sin sucumbir al desánimo y
a la desilusión. Por último, Francisco dirigió un pensamiento a los aspirantes
y jóvenes profesos del Instituto de los Misioneros de la Realeza de Cristo y a
los jóvenes del grupo vocacional del Seminario Menor de Roma, que han recorrido
el camino de San Francisco.