Las negociaciones que adelantan México y Estados Unidos desde hace varias semanas para llegar a un “acuerdo integral” en materia comercial, migratoria y de seguridad sufrieron un retroceso ante los nuevos aranceles de 30 % que anunció el presidente estadounidense, Donald Trump, que entrarán en vigencia el 1 de agosto.
Aunque la
medida no cayó de sorpresa puesto que los negociadores mexicanos fueron
informados desde el viernes que vendría el nuevo gravamen, fue inevitable que
el anuncio de Trump alentara las preocupaciones y la incertidumbre que han
dominado en los últimos seis meses las relaciones entre México y Estados Unidos
y que ya ha comenzado a afectar las inversiones y a sectores clave como la
industria automotriz mexicana, según datos oficiales.
A pesar
del revés que representó que en medio de las conversaciones se lanzara el
anuncio de una nueva tarifa, México dejó claro el sábado que seguirá adelante
en los diálogos con la administración de Trump, que le han permitido librarse
de aranceles generales y proteger parcialmente a la industria automotriz y de
autopartes, que representa alrededor del 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) y
32 % de las exportaciones totales del país.
¿Cuáles
son los alcances del arancel anunciado por Trump?
En la
carta que Trump dirigió a la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció los
esfuerzos que ha desplegado su gobierno para frenar la entrada del fentanilo y
el flujo de migrantes, pero justificó la aplicación del arancel de 30 %
alegando que México no ha hecho lo suficiente para evitar que Estados Unidos se
convierta en un “parque de juegos del narcotráfico”.
El
presidente estadounidense no dejó claro los alcances de la medida, y si
quedarían excluidos de la tarifa los más de 3000 productos mexicanos cubiertos
por el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (el T-MEC), que
van desde aguacates hasta ropa.
Al
respecto, el doctor en Economía Samuel Ortiz Velásquez, profesor de la Facultad
de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que si
Washington mantiene la política que ha aplicado en los últimos meses solo sería
gravado lo que no está cubierto por el T-MEC, que engloba alrededor de “300
productos” de las industrias de autopartes, automotriz, electrónica y
aeroespacial. Dentro del espectro de afectación también está el tomate mexicano,
que tendrá a partir del lunes un arancel de casi 21 % por el retiro de Estados
Unidos de un acuerdo bilateral, y los sectores del acero, aluminio y cobre a
los que se les impuso aranceles de 50 %.
¿Qué
opciones le quedan a México?
Sheinbaum
ratificó que se mantendrá en la mesa de negociaciones, tal como lo ha hecho en
los últimos seis meses, lo que le ha permitido a México librarse de los
aranceles generales que impuso Trump a decenas de países, que luego pausó, y
beneficiarse de la medida que se adoptó en abril, que permitió que los
vehículos ensamblados en Estados Unidos con piezas extranjeras no enfrenten
impuestos de importación prohibitivamente altos.
Ante los
vaivenes de la política comercial de Washington, Ortiz Velásquez afirmó que
México debe seguir apostando a la vía del diálogo, pero al mismo tiempo debe
avanzar en el desarrollo del mercado interno y la diversificación de los
mercados internacionales, entre ellos China, para “cambiar nuestra inserción
subordinada” con Estados Unidos, que es su principal socio comercial.