Por Redacción
Con fervor y expresiones de fe, la comunidad católica de San Juan Sacatepéquez celebró el 25.º aniversario de la consagración de la venerada imagen de la Preciosa Sangre de Cristo.
El cortejo procesional para celebrar los 25 años, salió de la Parroquia San juan Bautista, con la participación de diversos grupos católicos del municipio, y de San Pedro Sacatepéquez.
La imagen de la Preciosa Sangre de Cristo se encuentra resguardada en el templo parroquial. Su origen es colonial, sus raíces históricas están envueltas en el misterio, ya que se desconoce con certeza quién fue su escultor o su procedencia exacta.
Según la tradición oral, algunos relatos indican que la figura fue hallada en el tapanco de un antiguo edificio consistorial, envuelta en petates. Otro testimonio sugiere que provino de la antigua Ciudad de los Capitanes Generales (hoy Antigua Guatemala), trasladada tras los terremotos de 1773 para resguardarla.
Documentos antiguos —como el libro de la Cofradía de la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo— mencionan a Don Benito Solís como mayordomo de la hermandad en 1856, y relatan cómo, tras su muerte, sus hijos continuaron al frente del cuidado de la tradición religiosa.
Los terremotos de 1917–1918 afectaron gravemente el templo parroquial, lo que obligó a trasladar temporalmente la imagen a casas particulares hasta la reconstrucción.
En 1946 se formalizó la Hermandad de la Preciosa Sangre, y con los años la festividad se institucionalizó: originalmente se celebraba el 1.º de julio, pero luego pasó a realizarse el último domingo de agosto. Posteriormente, el Arzobispado de Guatemala decretó que las procesiones con imágenes de la Pasión se reservaran para la Cuaresma, por lo que desde 2012 la festividad principal tiene lugar durante ese período litúrgico.
El proceso de consagración que se celebra ahora comenzó el 24 de junio de 1999, cuando la hermandad solicitó formalmente al entonces arzobispo Próspero Penados del Barrio que bendijera la imagen. Un estudio entre los fieles demostró un gran nivel de devoción, y finalmente, el 12 de noviembre del año 2000, con una misa solemne concelebrada por varios sacerdotes, la imagen fue consagrada.
Para los sanjuaneros, la Preciosa Sangre de Cristo no es solo una imagen sagrada, sino un símbolo de identidad y de fe persistente. La conmemoración de sus 25 años de consagración ha sido una oportunidad para renovar el lazo entre la hermandad, la parroquia y la comunidad, reforzando valores de solidaridad, gratitud y devoción.
