Dr. Mario Armando Cabrera Márquez.
Como solía expresar nuestro expresidente, el Dr. Juan José Arévalo Bermejo, en la primavera democrática iniciada en 1944, que institucionalizó el Código de Trabajo, la Seguridad Social y la carretera al Atlántico. La otra primavera que seguimos disfrutando la inauguró nuestro respetado colega, el expresidente Vinicio Cerezo, en 1985. En efecto, las elecciones deben realizarse en cumplimiento de lo ordenado legalmente en partes conducentes:
A) Por nuestra Constitución Política en su artículo 169: “Convocatoria a elecciones por el Congreso. Es obligación del Congreso… convocar sin demora a elecciones generales ----” y
B) Por el Tribunal Supremo Electoral, en su resolución del 24/01/2023: “Convocatoria. Con el objeto de que los guatemaltecos elijan mediante el ejercicio del voto a las autoridades del país que deberán tomar posesión el próximo año, y de garantizar el ejercicio del derecho de participación de quienes se postulen como candidatos, se convoca a los ciudadanos de todos los distritos electorales de la República de Guatemala a Elecciones Generales”.
Votar es OBLIGACIÓN de todo ciudadano, mediante lo cual se fortalece NUESTRA DEMOCRACIA, lo que implica reflexionar sobre la tensión social, la inflación, la alteración de la estructura social y de la familia, provocadas por la pandemia.
Empero, es necesario afrontar pacíficamente el proceso electoral y generar unión ciudadana, para proteger el derecho de elegir y ser electo. De manera que debemos participar y vigilar la positividad de las juntas electorales de votos, en las que fui designado en varias oportunidades, y que representan participación ciudadana en conteo de votos el día de la elección.
Ya en campaña, debe salvaguardarse la libertad de expresión de los partidos políticos y candidatos, para que los votantes estén bien informados de la oferta electoral. Los ciudadanos deben asumir el proceso electoral con responsabilidad, y estar atentos a conocer la propuesta política e informarse sobre los antecedentes y ofrecimientos que presenten los candidatos.
El rol de las organizaciones cívicas, los medios de comunicación, juntas electorales, observadores electorales y demás entidades que participen con un ánimo cívico en las elecciones, será valioso para afrontar con esperanza el proceso electoral.
El involucramiento ciudadano debe ser intenso para resguardar los pilares sagrados de nuestra república democrática, destinada a preservar que la alternabilidad de poder sea ordenada y en paz.
La oferta electoral para los 8,9 millones de guatemaltecos aptos para elegir incluirá a partidos políticos que podrán participar en las elecciones para presidente.
Es previsible una segunda vuelta electoral sesenta días después, entre los dos candidatos que obtengan mayor cantidad de votos en el primer llamado a las urnas, cuando no alcancen una ventaja del 50 % más uno de los votos válidos. De darse ese escenario, la segunda vuelta será el 20 de agosto.
Los cargos a elegir son: presidente, vicepresidente, diputados al Organismo Legislativo, alcaldes locales y diputados al Parlamento Centroamericano, para el cual competí oportunamente. Confiamos en que el próximo elegible Organismo Legislativo, en respeto a lo ordenado en el artículo 141 de nuestra Constitución, salvaguarde la institucionalidad del Organismo Judicial y la carrera judicial. ¡Quien tenga oídos, que oiga!
PUNTO APARTE: Nuestra Universidad de San Carlos, patrimonio de Guatemala, es afectada por una lucha de poder que daña su institucionalidad. De manera que, con toda humildad y respeto, solicité a los enfrentados a dialogar para resolver positivamente y salvaguardar a nuestra Universidad de San Carlos, MI SEGUNDA MADRE. Complace que mi solicitud haya sido atendida, en principio, por el sector estudiantil, y confiamos en que los otros sectores se sumen al DIÁLOGO propuesto. Amén.
