En el Año 2000, la Asamblea General de la ONU, ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo, proclamó el Día Internacional del Migrante a celebrar el 18 de diciembre.
Diez años atrás,
en ese mismo día en 1990, la Asamblea ya había adoptado la Convención
Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores
migratorios y de sus familiares.
En 2016 hubo un
paso importante para la migración ya que la Asamblea General aprobó un conjunto
de medidas que se concretaron en la Declaración de Nueva York sobre
Refugiados y Migrantes. Esta declaración reconoce la labor positiva de los
migrantes y se compromete a proteger su seguridad, dignidad, libertad y
derechos humanos de los migrantes.