“¡Ay de los que llaman bien
al mal y mal al bien, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas,
que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” (Is, 5,20). De esta
manera comienza el más reciente comunicado de la Conferencia Episcopal de
Guatemala con respecto a las elecciones generales del país.
Y ante la evolución del
proceso electoral, los obispos de Guatemala, como pastores del pueblo de Dios y
miembros de la sociedad guatemalteca, insisten en su apoyo a la voluntad
popular manifestada en las urnas electorales del pasado 25 de junio
Ante la compleja evolución
que ha tenido el proceso electoral en la tarde del miércoles 12 de julio, los
obispos de Guatemala, como pastores del pueblo de Dios y miembros de la
sociedad guatemalteca, insisten en el apoyo ya manifestado a la voluntad
popular expresada en las urnas electorales el pasado 25 de junio.
Tras afirmar que “el pueblo
de Guatemala ha respondido con el voto y con la expectativa de que el
calendario electoral se lleve a feliz término”, los prelados escriben:
“Exigimos que se respete el
resultado de las elecciones para presidente y vicepresidente de la República, y
la segunda vuelta se realice el 20 de agosto con los dos binomios más votados
tal como lo oficializó el Tribunal Supremo Electoral en la resolución
1328-2023”.
Además, los obispos
guatemaltecos también afirman que el bien común “es el fin supremo para el que
se organiza el Estado según el artículo 1º de la Constitución de la República”.
Sin embargo, escriben que “este fin no se alcanza solo cumpliendo el
ordenamiento jurídico, sino con sentido ético y moral, de parte de todos, pero
particularmente de quienes están constituidos en autoridad, sea por elección o
por designación”.
“De otro modo –prosiguen– el
empleo inmoral del ordenamiento legal se convierte en instrumento por el que el
Estado se destruye a sí mismo”.
Por esta razón, piden a la
población que “para mantener la convivencia e institucionalidad, en sus
manifestaciones políticas se mantengan dentro del orden y eviten toda forma de
violencia”.