Por Ana Julieta Cárdenas
Los principales temas de la campaña presidencial de Arévalo se enfocan en el combate a la corrupción e inseguridad, la generación de empleo y promover políticas para combatir el cambio climático.
Quién
es:
César Bernardo Arévalo de León, hijo de
padres guatemaltecos, de 63 años, es un político, diplomático, sociólogo y escritor. Es diputado en el
Congreso de Guatemala desde enero de 2020 por el partido
político Movimiento Semilla. Actualmente
es candidato presidencial de dicho partido para las Elecciones Generales
de 2023. El 25 de junio pasó al balotaje a segunda vuelta presidencial,
junto con Sandra Julieta Torres Casanova, de la UNE. Obtuvo el segundo
lugar con más de seiscientos mil votos y va a participar en la segunda vuelta. Ambos medirán fuerzas para la primera magistratura el 20 de agosto.
Nacido en Uruguay en
1958, durante el exilio de sus padres, Bernardo es hijo del ex presidente
guatemalteco Juan José Arévalo Bermejo,
quien gobernó de 1945 a 1951. Arévalo y su segunda esposa, Margarita de
León, vivieron allí. Su nacimiento ocurrió en medio del largo exilio político
de sus padres por Sudamérica.
Un llamado a la población que engrosa el padrón electoral
“La corrupción hay que combatirla. Porque todos
estamos cansados de ella y de la crisis que genera, en pobreza, en falta de
desarrollo y en falta de oportunidades económicas. Esta elección final es
distinta. Ya no podemos votar entre más de lo mismo; hoy sí hay una elección.
De nada sirven ofrecimientos y planes de hacer, si no se tiene la voluntad política
para llevarlo a cabo. Y quien ha hecho
gobierno sin cumplirlo no puede venir ahora con excusas. Hay que elegir
personas en las que se pueda confiar, para llevar adelante a nuestro país a un
mejor futuro”, dice Arévalo.
“De nada sirve la experiencia de gobierno, de
política corrupta. De nada nos sirven los equipos de gobierno de quien ha
estado gestionando la corrupción. Es necesario revertir esta situación; salir
del pantano de la corrupción, y entrar a la primavera del desarrollo. Ya no
votar por el miedo y las campañas negras, y por miedo a lo que se dice; no
debemos votar con desesperanza. Debemos ir a votar con alegría, con ilusión,
con confianza. Guatemala necesita un cambio, un futuro de bienestar. Un futuro
para todos con honradez y con trabajo. Una
Guatemala en la que todos podamos confluir. ¡Ánimo! No voten nulo, ni se queden
en casa. Ahora es la oportunidad para cerrarles la puerta a los corruptos, y
abrirle la puerta al Movimiento Semilla”, expresó.
Su actuar en el tema de la familia, ¿Cuál va a ser?
R.
Respetar lo que dice la Constitución, y darle lo que le ha negado la corrupción
de los gobiernos en forma sistemática, que desde hace 30 años viene
ejerciéndose. Quiero desmentir la campaña negra de mentiras en este tema, con
afirmaciones absurdas, que no le queda propalar a una candidata que ya no tiene
argumentos para que crean en ella. Nosotros hemos reiterado que no vamos a hacer
ningún cambio legal ni constitucional sobre la familia, el aborto, o la
religión. Todo lo malo son patrañas de la señora desesperada, a quien ya se le
acabaron los argumentos.
Experiencia de
trabajo en Guatemala y en el extranjero
R. Ingresó
como diplomático de carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Guatemala, en la década de 1980, donde llegó a ejercer varios cargos
importantes como viceministro de Relaciones Exteriores entre
1994 y 1995, y embajador de Guatemala en España, de
1995 a 1996, durante el gobierno de Ramiro de León Carpio.
En 1999 entró a trabajar en Interpeace como asesor
para la consolidación de la paz en conflictos internacionales y ocupó varias
posiciones relevantes dentro de dicha organización.
En medio de las manifestaciones de 2015, junto a
varios intelectuales conformó un grupo de análisis que posteriormente se
transformó en el partido político Movimiento Semilla. Este partido
compitió por primera vez durante las elecciones de 2019 donde fue electo
como diputado al Congreso. Y asumió el cargo en 2020. En 2022 fue
designado como secretario general de Semilla.
Vida estudiantil
Dejó de vivir en Uruguay cuando tenía menos de 2
años, y pasó parte de su infancia viviendo entre Venezuela, México y Chile;
finalmente comenzó a vivir en Guatemala cuando
tenía 15 años y cursó estudios en el Liceo
Guatemala.
Se graduó como Bachelor of Arts en Sociología en
la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Posteriormente obtuvo un doctorado en Filosofía y Antropología Social en
la Universidad de Utrecht, Países Bajos.
Fue designado como funcionario en la Embajada de
Guatemala en Israel. Fue Primer Secretario y
Cónsul de dicha embajada, de 1984 a 1986; luego fue Ministro Consejero de 1987
a 1988.
Volvió a Guatemala luego de concluir su misión
diplomática en Israel. Fue designado como subdirector de Estudios Estratégicos
y Planificación del Ministerio de Relaciones Exteriores en 1989. Después, fue
Director de Política Exterior Bilateral, de 1990 a 1991; Director General de
Relaciones Bilaterales Internacionales, de 1992 a 1993, y Director General de
Relaciones Económicas y Multilaterales Internacionales, de 1993 a 1994.
Fue nombrado viceministro de Relaciones Exteriores por
el presidente Ramiro de León Carpio;
ocupó dicho cargo, de 1994 a 1995. Durante su período como viceministro, el
presidente de México Ernesto
Zedillo lo condecoró en 1995 con la Orden del Águila Azteca.
En 1995 concluyó su período como viceministro de
Relaciones Exteriores, ya que el ministro de Relaciones Exteriores Alejandro Maldonado Aguirre lo
designó como embajador de Guatemala en España.
En ese mismo año presentó sus cartas credenciales al rey Juan Carlos I. En 1996, Arévalo
dejó su cargo como embajador y dejó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Fue miembro de la Junta Directiva y presidente del
Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (Cirma). En 1999 ingresó a
Interpeace como asesor para la consolidación de la paz en conflictos
internacionales en África, Asia y América Latina, ya que es
especialista en la resolución de conflictos.
También trabajó como asesor en diversos campos ante
varias organizaciones como las Naciones Unidas,
el Instituto de la Paz de los Estados Unidos y la Universidad de San Diego, California.
Ha escrito decenas de libros y artículos sobre historia, seguridad democrática,
política, sociología y diplomacia.
Carrera política
Bernardo Arévalo participó en las manifestaciones de 2015 que
exigían la renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina. Poco después,
junto a otros intelectuales integraron un grupo
de análisis denominado «Semilla». Este grupo dio origen
al partido político Movimiento Semilla, por lo que es
uno de los fundadores de dicho partido. Para las elecciones generales de 2019 fue
el precandidato presidencial de Semilla, pero declinó su candidatura. Fue
sucedido por la ex fiscal general y jefa del Ministerio Público Thelma Aldana, quien finalmente no pudo participar por
problemas legales que impidieron su inscripción como candidata presidencial.
Arévalo se postuló como candidato a diputado por el
Listado Nacional, y fue electo. Asumió el cargo el 14 de enero de 2020. Como
congresista, ha formado parte de varias comisiones parlamentarias de alto
nivel, incluyendo Relaciones Exteriores, Gobernación, Derechos Humanos, Asuntos
de Seguridad Nacional, y Defensa Nacional. También fue jefe del bloque
parlamentario Semilla, de 2020 a 2022.
En 2022 fue electo como el nuevo secretario general
de Semilla; sucedió en el cargo a Samuel Pérez Álvarez.
Fue inscrito por el Tribunal Supremo Electoral como
candidato presidencial, el 16 de febrero de 2022.
El presidenciable posee la cualidad de análisis, y
considera que las elecciones se ganan en las «urnas» y no en las «encuestas»,
dado que en estos ejercicios realizados por varias empresas aparecía lejos de su actual contendiente. La
sorpresa la dio la noche del 25 de junio, cuando las juntas receptoras de votos
empezaron a alimentar los resultados de las elecciones, dándolo como el segundo
lugar con más de seiscientos mil votos,
El ascenso de Arévalo fue categorizado como una
«sorpresa» por El
País y BBC
News. Semilla también obtuvo un resultado
inesperadamente alto, que lo posicionó como la tercera fuerza política en el
Congreso, el Parlamento Centroamericano y
la Municipalidad de Guatemala.
Los inconformes presentaron oposición a dichos
resultados ante las cortes de justicia; incluso el Ministerio Público objetó la
legalidad del partido Semilla, pero la Corte de Constitucionalidad ordenó una
nueva revisión de actas impugnadas, que se realizó durante la primera semana
del mes de julio y no reflejaron mayores cambios en los resultados
preliminares. Posteriormente, la Corte Suprema de Justicia declaró
sin lugar el amparo pedido por los partidos, y el Tribunal Supremo Electoral fue
autorizado para oficializar los resultados electorales.
El 12 de julio del mismo año, el Tribunal Supremo Electoral
oficializó los resultados y confirmó que Torres y Arévalo disputarían la
segunda vuelta; sin embargo, al mismo tiempo, el fiscal Rafael Curruchiche,
del Ministerio Público, anunció
que, a petición de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, el juez Fredy
Orellana suspendió la personalidad jurídica del Movimiento Semilla por un
supuesto caso de firmas falsas de afiliados para la formación del partido
político y ordenó al tribunal electoral la cancelación del partido político.
Tanto el Tribunal Supremo Electoral como expertos
en Derecho afirmaron que el juez no actuó conforme a la Ley Electoral y de
Partidos Políticos y que su medida ponía en riesgo el desarrollo de la segunda
vuelta electoral. El Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral
pidió una apelación a la Corte Suprema de Justicia para suspender la orden del
juez. Ante esto, el Movimiento Semilla presentó un amparo ante la Corte de
Constitucionalidad para revertir la orden del juez. Arévalo dijo que las
acciones de Curruchiche y Orellana eran un «golpe de Estado técnico».
La Corte de Constitucionalidad concedió el amparo
de manera provisional y Semilla se mantuvo en la segunda vuelta. También se
convocaron manifestaciones para pedir la renuncia de la fiscal general María Consuelo Porras,
el fiscal Curruchiche y el juez Orellana. Posteriormente, Arévalo y su
candidata a la vicepresidencia, Karin Herrera, se hicieron presentes en la
manifestación e interpusieron una denuncia penal contra el fiscal Curruchiche y
el juez Orellana.
Ante el caos causado por la judicialización de las
elecciones, diversos actores nacionales e internacionales negaron el alegato de
fraude electoral y afirmaron que los resultados coincidían con sus
observaciones. También pidieron a todas las partes respetar los resultados
electorales; además, criticaron fuertemente las acciones del Ministerio
Público.
En una declaración bipartidista, el Congreso de los Estados Unidos pidió
al presidente Joe Biden que imponga sanciones
contra los responsables de «amenazar la democracia» en Guatemala, y expresaron
particularmente su preocupación por las acciones contra la candidatura de
Arévalo. Alrededor de veinte ex presidentes conservadores de España y América Latina emitieron un
comunicado conjunto en el que condenaron el intento de inhabilitar a Arévalo y
su partido político.