Cientos de personas se deleitaron este
domingo 5 de noviembre en Santiago Sacatepéquez, Sacatepéquez, con la
exhibición de barriletes gigantes, una tradición de 124 años, cuya actividad se
vio amenazada por la lluvia, pero finalmente el cielo se aclaró y dio paso a la
elevación de los barriletes gigantes.
La actividad estaba programada para el 1
de noviembre; sin embargo, por el paso de la tormenta tropical Pilar se
reprogramó para este domingo, que, aunque nublado, transcurrió sin lluvia.
Un total de 16 grupos se dedicaron a la
elaboración de barriletes gigantes que se destacaron por su color y por
mensajes que hacían referencia, principalmente, a personalidades de la
comunidad y del país.
El presidente de la Asociación de
Barrileteros de Santiago, José Puac, dijo que decidieron hacer la actividad el
domingo siguiente del 1 de noviembre debido a que muchas personas viajan de
lugares lejanos y no podían esperar más tiempo. “Decidimos hacerlo hoy para que
los visitantes no se pierdan la oportunidad de ver este arte”, dijo.
Rafael Batzín indicó que lleva 17 años
de dedicarse a esa tradición. El barrilete que elaboraron en su grupo,
Sobrevivencia Cultural, medía 12 metros de diámetro, y el mensaje estuvo
dedicado a Concepción Ramírez, la mujer cuyo rostro quedó inmortalizado en las
monedas de 25 centavos.
“Queremos incentivar esta tradición, que
no muera, porque es un legado que nos han dejado nuestros antepasados”, añadió.
Todavía este domingo dudaban de si sacar
el barrilete al lugar de la exposición o no, por la amenaza de lluvias. Toda la
cobertura la hicieron con papel bond y papel de china, y unos minutos de lluvia
podrían destrozar el esfuerzo de meses en segundos, lo que les hubiera
significado ya no acudir a presentaciones a donde los han invitado. “Pero nos
arriesgamos y aquí estamos”, resaltó.
Luis Táquez, del grupo Pensamiento Mundo
Maya, indicó que el barrilete es un homenaje al patrón del municipio y que se
tomaron más de seis meses en la elaboración.
“Agotamos las posibilidades de exhibirlo el 1 de noviembre, pero por el
clima no se pudo. Pensamos que hoy a las 5 de la mañana no se iba a poder, pero
tuvimos fe y bendito Dios se calmó y ahora podemos exponer nuestro trabajo de
seis meses”, dijo. “Cada barrilete es un homenaje a lo santiaguenses que han
partido al cielo”, reflexionó.
Al lugar llegaron turistas a apreciar
las enormes obras de arte, incluso extranjeros, como Manuela Lavinas,
originaria de Brasil, quien dijo que siempre quiso viajar al país en estas
fechas para apreciar los barriletes. “Hace años que quería venir, porque
escuchaba mucho de los barriletes, pero no me imaginaba la emoción que se
sentía al verlos todos juntos volar”, exclamó la turista.
“Se puede sentir el trabajo colectivo,
la emoción y a la vez la fragilidad de cada barrilete, cuando suben”, destacó.