Por medio de su cuenta de X (Twitter), el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó este domingo 21 de julio su dimisión como candidato a la presidencia en las próximas elecciones de Estados Unidos de América.
Biden atendió el llamado de varios
compañeros de su partido y renunció a su candidatura para las próximas
elecciones presidenciales.
Mediante una carta difundida en esa red
social, el gobernante pone fin a las especulaciones sobre el tema y atiende la
solicitud de miembros del partido demócrata, quienes habían hecho ver que lo
mejor sería que se retirara de la contienda electoral.
"Creo que lo mejor para mi partido
y el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes
como presidente durante el resto de mi mandato", expresó el jefe de Estado
en el texto.
En días anteriores ya se mencionaba la
posibilidad de que el mandatario renunciara a su candidatura, debido a
problemas de salud, tanto físicos como mentales; sin embargo, hasta el sábado
20 de julio se decía seguro de continuar.
¿Qué sigue?
Con la salida de Biden, el partido
Demócrata se ve obligado a designar a su sustituto como candidato a la
Presidencia.
Aunque se rumora que el puesto lo podría
ocupar la actual vicepresidenta, Kamala Harris, ese es un extremo que aún no
está claro. En todo caso, la última palabra la tienen los delegados del
partido: 3900 personas con perfiles muy variados.
Cabe destacar que la convención
demócrata está prevista para el próximo 19 de agosto, en Chicago.
Lo que se consideró como "un
desastroso desempeño" de Joe Biden durante su debate del 27 de junio con
su rival, Donald Trump, es lo que habría ocasionado los comentarios y dudas
sobre sus facultades para seguir en la contienda.
Recientemente y después de
acontecimientos que hicieron pensar en sus condiciones de salud, se retiró el
ojo público. Según su médico, se contagió de covid-19, pero hasta ayer se
indicaba que evolucionaba favorablemente.
Esto no contribuyó a mermar los rumores
y, de hecho, medios de comunicación estadounidenses, citando fuentes anónimas,
afirmaron que el expresidente Barack Obama y líderes demócratas expresaron su
preocupación.