Me siento honrado por ser “Mensajero de
la paz”, y como tal me he propuesto siempre llevar mensajes de paz y armonía a
todos los hogares que visito, de familiares, amigos y otras personas que he
conocido a lo largo de mi vida en San Juan Sacatepéquez y otros pueblos, dice
el profesor Nery Ronaldo Cabrera Márquez, al ser entrevistado por laPrensa.
Efectivamente, el 13 de junio de 2013,
en el Palacio Nacional de la Cultura, sede del Ministerio de Cultura y Deportes,
luego de hacer el cambio de la rosa, a Cabrera Márquez le confirieron el honor
de ser “Mensajero de la paz”; esto lo ha tomado muy en serio, y aún sigue
proclamando la paz por donde va.
Por otro lado, la Asociación de Auxilio
Póstumo del Magisterio le dio la Orden Mutualista, con el grado de solidaridad,
al profesor Cabrera Márquez, quien gustosamente la recibió de manos del maestro
Rafael Ramírez Arroyo, por lo que fue declarado el mejor maestro del Departamento
de Guatemala.
El más reciente reconocimiento que ha
recibido el profesor Cabrera Márquez es la “Rosa de Oro”, galardón de la
Municipalidad de San Juan Sacatepéquez, que le entregó el alcalde, Juan Carlos
Pellecer Agustín, durante las fiestas patronales de este municipio, en junio
del presente año.
Son innumerables los datos biográficos relacionados
con el profesor Cabrera Márquez; sin embargo, cabe destacar su pasión por la
religión católica, desde que fue bautizado, y haber cumplido fielmente con
todos los sacramentos de la Iglesia.
“Como católico, agradezco a Dios los
regalos que me ha dado a lo largo de mi vida, entre ellos: como presidente que
fui de la Hermandad de la Consagrada Imagen de la Preciosa Sangre de Cristo, y
en compañía de los directivos me consagré el 12 de noviembre del año 2000, acto
en el cual estuvieron presentes los sacerdotes Héctor José Corado y Carlos
Enrique Ávila”, expresó.
Junto con otros distinguidos ciudadanos
trabajé en la construcción de nuestro templo católico en honor a San Juan
Bautista, que fue destruido por el terremoto del 4 de febrero de 1976, el cual
fue bendecido por monseñor Santiago Gil Blanco, el 26 de enero de 1986,
recordó.
Le agradezco a Dios, porque cuando les
pedía ayuda a los hermanos católicos nadie se negó, para comprar bancas, ya que
actualmente hay aproximadamente 400, por la amplitud de nuestro templo, pues
antes del terremoto únicamente había espacio para colocar solo 100 bancas,
subrayó.
Agradezco a Dios por la salud que me ha
brindado, bendiciéndome con 88 años de vida que tengo a la fecha, expresó,
sonriente, Cabrera Márquez.
“Actuando como católico y como mensajero
de la paz, les digo a todos los católicos que Dios es un espíritu puro, creador
y soberano, Señor de todas las cosas, que diariamente recen el Padre Nuestro y
el Credo, como en nuestras virtudes teologales que son: la fe, la esperanza y
la caridad”, enfatizó Cabrera Márquez.
A todos mis familiares que
están en el cielo y en la tierra les sugiero que diariamente tomen el amor de
Dios. A todos mis amigos que viven en varios lugares en los que he estado, que
piensen en las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, y
alaben el amor de Dios, reiteró el profesor Cabrera Márquez.