La
leyenda del boxeo Muhammad Ali falleció a los 74 años tras ser hospitalizado
esta semana por complicaciones respiratorias.
El
exboxeador sufría del mal de Parkinson.
Muhammad
Ali nació como Cassius Clay pero eligió cambiar su nombre en la década de 1960
luego de su conversión al islam.
Estuvo
cercanamente involucrado con los objetivos del grupo Nación del Islam,
militantes pro afroamericanos, pero años después cambió su vida a una secta
musulmana mucho más mística.
En
octubre de 1970, durante su primer regreso luego de su exilio forzado de tres
años y siete meses —tras negarse a ingresar a las fuerzas armadas— fue contra
del entonces número 1 de la categoría de peso pesado, Jerry Quarry.
Con
28 años, Ali debía hacer un regreso exitoso al campo y ganar por ‘knock out’ en
el tercer round, pero la pelea casi no ocurre.
“Así
sólo tuvo seis meses para prepararse para esta pelea”, dice Miller. “En un
entrenamiento su amigo de infancia y excampeón de peso pesado, Jimmy Elis, le
fracturó una de las costillas a Ali”.
A
pesar de esta herida, el boxeador no cambió la fecha de la pelea, quedando en
duda si lo lograría o si al menos tendría la oportunidad de volver a pelear
otra vez.
Hasta
hace poco y a lo largo de sus años con la enfermedad de Parkinson, Ali
sorprendió a los visitantes haciendo trucos de prestidigitación, es decir,
juego de trucos con las manos.
“Hace
desaparecer una bufanda de seda roja de su mano, muerde una moneda y le quita
la mitad y luego la vuelve a dejar completa. Usualmente presenta un viejo truco
de salón: pone sus pies juntos y se empina en uno de los dedos del pie mientras
mantiene los otros dedos flexionados, como si flotara en el aire”, agrega su biógrafo
Davis Miller.