Los dueños y creadores de la joyería Yvel, Orna
e Isaac Levy, situada en las afueras de Jerusalén, trabajan intensamente en
estos días en un pedido muy particular: el diseño del tapabocas anti COVID-19
más costoso del mundo, valuado en 1,5 millones de dólares.
Según los propietarios de la lujosa joyería, la
mascarilla proporciona el más alto nivel de filtración (N-99) y cumple con los
más estrictos estándares de protección. Lo que lo diferencia de los
tradicionales son los diamantes y el oro que lo adornan convirtiéndolo en uno
de los tapabocas más lujosos del mundo.
La reluciente mascarilla puede darle algo de
dinamismo al equipo de protección que ahora es obligatorio en la mayoría de los
países. Compuesto por 250 gramos de oro puro de 18 quilates y engastada con no
menos de 3.608 diamantes negros y blancos naturales. Pesa 279 gramos, casi 100
veces más que una mascarilla quirúrgica típica.
Por el momento, la identidad del comprador se
encuentra en el anonimato. Sin embargo, el diseñador argentino-israelí adelantó
que se trataba de un empresario de origen chino que reside actualmente en
Estados Unidos y que la condición más importante que le delegó al diseñador es
que la termine antes de fin de año.
La producción de la mascarilla ha sido confiada
a 25 joyeros y engastadores de diamantes de la empresa, especialmente
seleccionados para esta tarea, que trabajan por turnos para llegar a la fecha
límite del 31 de diciembre.
El diseñador señaló que él no usaría un objeto
así, pero dijo que sí agradece que se lo hayan encargado. “Bajo ningún concepto
se retrasará la fecha de entrega. En estos días tan difíciles, cada pedido que
recibimos es crítico para preservar las operaciones diarias de la empresa por
un lado y, por el otro, traer divisas a este país que necesita toda la ayuda de
empresarios como nosotros”, enfatizó el joyero.