Después del calentamiento, con una camiseta blanca con el escudo de los dos clubes y el lema “No al racismo”, los jugadores de los equipos Paris Saint-Germain y del Estambul Basaksehir y los árbitros usieron una rodilla en tierra antes de la reanudación de su partido de Liga de Campeones, un día después de la interrupción del choque a raíz de las acusaciones de racismo hacia el equipo arbitral y en las tribunas vacías se podía leer en sendas pancartas el mismo lema “No al racismo”.
Todos ellos
apoyaron una rodilla en el césped, un gesto convertido en un símbolo en Estados
Unidos y después por todo el mundo, originario del movimiento “Black Lives
Matter” contra el racismo y la violencia policial.
La mayoría, entre
ellos las estrellas Neymar y Kylian Mbappé, también levantaron
el puño. Otros agacharon la cabeza.
El martes 8 de diciembre, el partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones entre el PSG y
el campeón de Turquía fue interrumpido a los 14 minutos, después de que el
entrenador adjunto del Basaksehir Pierre Achille Webo protestase
airadamente luego de haber sido calificado como "negro" por uno de
los árbitros asistentes.