Los restos mortales de 17 connacionales que
perdieron la vida en un incendio ocurrido en un centro de detención migratoria
el 27 de marzo en Ciudad Juárez, México, llegaron al país para recibir
cristiana sepultura.
Los cadáveres fueron transportados desde México
en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, que aterrizó en Guatemala este 11 de
abril por la tarde. A los ataúdes les colocaron una bandera de Guatemala y una
corona de flores.
"A nombre de México, lamentamos
profundamente lo sucedido en esta tragedia. Estamos trabajando para que esto
nunca vuelva a pasar", dijo Laura Carrillo, directora de la Agencia Mexicana
de Cooperación Internacional, después de que el avión militar aterrizó con los
cuerpos en la pista que comparte el Ejército en el Aeropuerto Internacional La
Aurora.
Durante la ceremonia, funcionarios de la Cancillería
local se apostaron por unos minutos a un costado de los ataúdes con las
fotografías de los migrantes fallecidos, que luego fueron trasladados en
carrozas fúnebres a sus comunidades, donde serán velados y sepultados.
Posteriormente, los cuerpos fueron entregados a
sus familiares para que puedan realizar las honras fúnebres. Algunas de las
víctimas eran originarias de los departamentos de Sololá, Suchitepéquez,
Jalapa, Huehuetenango, entre otros.
El canciller guatemalteco, Mario Búcaro, quien
acompañó el traslado desde México, agregó que junto a las autoridades del país
vecino trabajaron para "lograr un proceso de identificación efectivo"
y se empeñarán "especialmente para lograr juicio, castigo y
reparación" por la tragedia.
En los próximos días se concretará la
repatriación de los cuerpos de otros dos migrantes guatemaltecos, cuya
confirmación de identidad por medio de prueba de ADN estaba pendiente, indicó
la Cancillería.